Los sacramentales nos protegen de tres principales dominios del demonio sobre los hombres: a) provocar males físicos sobre estos, sus bienes y su salud (véase como ejemplo el libro de Job en la Biblia); b) las tentaciones que incitan al pecado; c) afectar los cuerpos de los hombres (con posesiones diabólicas, infestaciones, etc.). Con el fin de refrenar, debilitar y repeler dichos influjos diabólicos, se emplean varios sacramentales y en especial los exorcismos. Adicionalmente, los sacramentales atraen bendiciones y salvaguardia sobre quienes los usan.
Prácticas sobre ciencias ocultas y ocultismo como la hechicería, la brujería, el vudú, los maleficios, la magia negra y sus ramificaciones, la posesión satánica, etc., han estado en auge en las últimas décadas, siendo muchas las personas afectadas y convirtíendose en casi una pandemia. Esta página web pretende ser una guia para prevenir, defenderse y protegerse de los males derivados de estos nefastos usos.